jueves, 26 de noviembre de 2009

situacin esasta


Situado en el interior de la vagina, a unos 5cm. De la entrada, en la pared frontal, detrás de la uretra, se halla el punto “G” en la mujer.

Se puede detectar introduciendo el dedo corazón, en un movimiento angular y haciendo presión hacia arriba. Tiene la forma de una almendra y és rugoso. Al estimularlo sus dimensiones aumentan pudiendo alcanzar el tamaño de una moneda.

Su estimulación puede llevar a la mujer al orgasmo, en ocasiones acompañado de la elyaculación femenina “amrita”, aunque es posible que este líquido no se expulse de forma visible hacia el exterior, puede ser canalizado hacia la vejiga urinaria y ser expulsado junto con la orina.

Algunas mujeres habrán observado que después de haber tenído relaciones sexuales placenteras, orinan más cantidad de lo habitual, teniendo que ejercer más fuerza para eliminar la totalidad del líquido, ignorando que la cantidad de líquido expulsado corresponde en parte a su eyaculación y no solamente a orina retenida.

Durante la estimulación del punto en cuestión, la mujer siente una fuerte presión interior,

No és fácil que la mujer alcance el orgasmo si su útero está contraido. Si ese fuera el caso, la estimulación del punto “G”, al principio resultaría molesta, provocando irritación, escozor e incluso dolor, causa que invitaría al deseo de abandonar la estimulación. En cambio, se aconseja continuar con la práctica para descontracturar y relajar el interior de la vagina, masajeando no solo el punto “G”, sino toda la pared vaginal, para poder liberarla de la tensión y hacerla más accesible a recibir placer.


Este punto, tiende por naturaleza a una pulsión rítmica, como una pequeña palpitación, y que reacciona rapidamente ante cualquier estímulo sexual. Ocurre que cuando la vagina está contraída, bloquea esta pulsión, haciendo que la mujer no pueda llegar a excitarse y pierda el deseo sexual. Las causas por lo que la vagina se contrae pueden ser de diversa índole, a menudo psiquicas, tales como consentir tener relaciones sexuales sin tener deseo, el estrés, la fatiga, problemas emocionales, haber sufrido abusos sexuales, etc..

Los beneficios del masaje sobre el punto “G” son muy amplios, devolver la elasticidad a la vagina, harán que la mujer potencie su sexualidad recuperando el deseo sexual, experimentará cambios en su estado de ánimo, como alegría, buen humor, una mentalidad más abierta, mayor comprensión y aceptación de la vida en general, su carácter se tornará más dulce y apacible, adquirirá más confianza en sí misma, elevará su autoestima, estará más disponible y receptiva para con su pareja, se sentirá mucho más sexy, aflorando su belleza natural y luz interior.

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